México está eliminado del mundial. Es triste, pero cierto. La emoción que venía creciendo durante los últimos 4 años ha terminado después de un climático partido contra Argentina en octavos de final. Una vez más, no se pudo.
Los comentarios al respecto han girado en torno a dos vertientes generales: Los que ya habían anticipado la derrota y ahora se regodean con aires de superioridad diciendo "¿Qué esperaban? México siempre ha sido así y siempre lo será" Por otro lado están los que dicen que México había estado jugando mal y que el partido contra Argentina pudo haber sido al revés de no ser por "extraños azares del destino" Los que dicen "pero México jugó muy bien y además estaba jugando contra Argentina"
Yo no estoy de acuerdo con ninguna de las dos percepciones porque las dos parten de un argumento que yo creo equivocado: que México es un equipo que juega mal al futbol (que no joga bonito, como diría Nike) y que por lo tanto es incapaz de estar a la altura de equipos como Argentina, y que por lo tanto cada vez que se le ponga al "tú por tú" hay que aplaudir el esfuerzo, aceptar la derrota y esperar que el próximo partido los hados nos sean favorables.
Por esto yo no estoy contento con la selección mexicana. Sí es cierto que jugamos muy bien contra Argentina en este mundial, pero también jugamos muy bien contra Argentina en la Copa Confederaciones del año pasado, y jugamos muy bien contra Alemania en el 98, y contra Bulgaria en el 94 y contra Alemania una vez más en el 86 e incontables otros partidos legendarios de los últimos 20 años que han dado existencia al excesivamente trillado y malviajante dicho de "jugamos como nunca y perdimos como siempre" (Si algún lector de este blog alguna vez me escucha decir esta frase, tiene mi permiso para zapearme fuertemente)
No estoy contento porque creo que México es un equipo que juega buen futbol, pero que tiene un pequeño defecto: No mete goles. Suena ridículo, lo sé, pero es cierto. De los 5 goles que metió en este mundial, por lo menos 3 surgieron directamente de una jugada a balón parado. Y si no es así, México no puede. No hay un jugador en la selección mundialista que pueda driblar a 3 jugadores y meter un tiro o que de media distancia pueda hacer un gol a la Maxi Rodríguez (aunque duela) y eso, más que cualquier otra cosa, es lo que está matando al futbol mexicano.
La buena noticia es que dentro de 4 años el veteranazo Rafa Márquez, como capitán del equipo, lidereará a Andrés Guardado + Giovanni Dos Santos y la sub-17 para que nos lleven a la final de Sudáfrica 2010.
Perry: More like childishly upset
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