Acabo de cumplir 26 años, y siento la imperiosa necesidad de escribir un post cursi y alegre porque, neta, esto va muy bien. Entiendo que los cumpleaños a veces son el pretexto para recibir muestras de afecto vacías o para obligar a la gente a que nos trate bien, que es como ser famoso por un día, y que tal vez dos días después nadie se acuerde de ti.
También entiendo que cumplir años es envejecer, y que cada año que pasa no sólo es un año más, sino también es un año menos. Un año menos de vida. Un año menos de lo que sea que te guste hacer. Creo que es común entre mis coetáneos la añoranza del pasado ideal, el mito de que todo tiempo pretérito fue mejor. Existe la noción del desgaste, del "ya no aguanto las desveladas como antes", de las pláticas de dietas e hijos, en lugar de pedas y viejas.
Pero, ahora que tengo 26, veo cosas en mi vida que me gustan mucho y que no podía tener a los 17, ni a los 21. En estos días he recibido felicitaciones y regalos de gente que ni sabía que se acordaba de mi, de personas que creí haber perdido y de gente que está muy, muy lejos físicamente, pero que realmente están tan cerca como siempre. Este año de mi vida está empezando con topos cumpleañeros, películas interesantes, llamadas transatlánticas, anónimos resucitados, galletas inesperadas, cartas profundas, mañanitas grabadas y cantadas a capella, mensajitos en la madrugada, cenas de proporciones épicas, nicks dedicados y muchísimas llamadas, mensajitos, tarjetas, correos y abrazos. Hoy, que tengo 26, mis amigos me dicen "te quiero" y no es putería. Hoy, que tengo 26, puedo irme a esquiar a Ruidoso en Año Nuevo. Hoy, que tengo 26, querer es una aventura y no un suplicio. Hoy, que tengo 26, puedo ir al koko y no estresarme de más por la cuenta. Hoy, que tengo 26, voy a esperar a 30 personas en un antro y no 150 en una casa, pero cada una de ellas es importante. Hoy, que tengo 26, no escojo mis amigos por cercanía de bancas en el salón. Hoy, que tengo 26, quiero a mi familia aunque no estemos de acuerdo. Hoy, que tengo 26, puedo hacer lo que yo quiera, pero sé qué es lo que me conviene.
Hoy, que tengo 26, sé que esto sube y baja, pero que al final todo está bien. Que, afortunadamente, las alegrías son diferentes cada día y la tristeza es siempre la misma. Sé que no tengo ni puta idea de dónde voy a estar dentro de un año, pero que si puedo recibir aunque sea la mitad del cariño que recibí en estos días, el 31 de enero del 2008 va a ser un excelente día, y eso ya es algo a qué aspirar.
Perry: (8) Sometimes life can be deceiving, but... it's always better when we're together (8)
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2 comments:
cheers.
Happy Birthday
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