Monday, January 29, 2007

Eureka!!!

Acabo de descubrir la cura contra la procrastinación. Como la penicilina, la gravedad, América y otros descubrimientos importantes, no fue a propósito, yo estaba buscando otra cosa y la descubrí, y mi vida nunca será igual. Ahí les va la historia:

Me mudé a un nuevo departamento hace aproximadamente tres semanas, y mi cuarto era un caos (incluso para mis estándares): la televisión estaba en el piso, la mesa de la tele estaba en la sala, junto con el librero vacío, mientras que los libros estaban dispersos por el clóset. La ropa sucia se iba acumulando en cualquier superficie plana que se lo permitiera, incluidos el piso y encima de la tele. La situación era insostenible...

Durante esas tres semanas no me podía imaginar una tarea menos agradable que arreglar mi cuarto, así que vivía alrededor de él y, como podrán imaginar, procrastinaba. De repente ayer llego a mi casa y me encuentro con la importantísima, urgente y nada agradable tarea de llenar solicitudes de admisión y escribir ensayos para la maestría. Nada podía haber más importante que eso. ¿Adivinen qué me puse a hacer? Obviamente, me puse a arreglar mi cuarto con singular alegría.

La teoría detrás de este maravilloso descubrimiento es esta: Dadas dos tareas de similar urgencia e importancia en el corto plazo, el procrastinador siempre elegirá hacer la de menor complejidad, aún por encima de descaradamente echar la hueva. El milagro es este: Mientras yo tenía UNA cosa urgente que hacer, podía dedicarme a ver Seinfeld o jugar playstation pensando que en el último minuto la solucionaría, pero cuando se convirtieron en dos cosas urgentes, tuve que hacer una de las dos (la menos compleja) con anticipación porque el último minuto será utilizado para solucionar la otra, por lo que Seinfeld y el Playstation tendrán que esperar.

Ahora lo único que tengo que hacer es convencerme de la importancia y urgencia de resolver el genocidio en Darfur, o algo así, para por fin ponerme a hacer los ensayos.

Perry: To every end there is a beginning...

Thursday, January 18, 2007

Pity party

Seguramente en un par de días me arrepentiré de escribir este post, pues con mi cabeza tranquila super racionalizadora de eventos descubriré que este limbo es un lugar normal (como dice la canción) y hasta conveniente, porque así mantengo abiertas mis opciones o alguna otra razón igual de pendeja.

Pero ahorita no creo eso, la reacción visceral es de frustración, de pensar que estos 3 años en el trabajo y los SACRIFICIOS personales sirvieron para pura mierda, que me voy a hacer viejo en este trabajo y que dentro de 10 años voy a estar sólo, en Monterrey, haciendo lo mismo, contando historias acerca de como CASI logro mis sueños y como CASI valió la pena todo.

El otro día soñé que me llegaba un "sobre chico" que decía que sí me aceptaban (para los que no conocen el término, cuando te rechazan te mandan un sobre chico y cuando te aceptan te mandan un sobre grande, por lo que era irónico el sueño) Aparentemente la realidad promedia los sueños, porque me tocó un "sobre mediano". Lista de espera. Espera. Me caga esperar. Odio esperar. Detesto esperar. Esperar en tiempo. Esperar en mantener la esperanza viva. Esperar que un proceso sobre el cual no tengo ningún control (como si en alguno lo tuviera) se resuelva a mi favor. Esperar que la proverbial ruleta caiga en mi número y no en uno de los 75-200 otros en los que podría caer. Esperar que en el proceso no salga alguien mejor que yo o que alguien mejor que yo diga que no. Estar en la banca, listo para brincar.

Me caga, no lo niego ni lo acepto ni he pasado más allá del 1o de los estúpidos 12 pasos. Estoy emputado y ya, sanseacabó. Eventualmente, para variar, haré lo correcto y lo racional, buscaré otras opciones, mandaré mails, aumentaré mis oportunidades, bla bla bla bla bla, por el momento, NO. Por el momento, exijo y reclamo mi derecho a estar emputado y frustrado. Yo soy el malviaje, yo soy la mala vibra. No quiero que me terapeen, conozco los argumentos y todos son basura. Había un resultado bueno y este no es. FIN.

Perry: On a bed of nails YOU make me wait...

Tuesday, January 09, 2007

Chan. Maru Chan

Todo estudiante foráneo del Tec (y probablemente del mundo) tiene una deuda de agradecimiento con Momofuku Ando.

Momofuku Ando es, indirectamente, el responsable de que varios estudihambres no muriéramos de inanición en los últimos días de la quincena, o del mes, cuando al 3er día habíamos decidido que era buena idea ir al antro más caro, o llevar a la novia a cenar, o comprar algo que no era esencial para sobrevivir (chelas, comida y cigarros, en ese orden), quedándonos sin dinero y teniendo que recurrir a la sabiduría del Sr. Ando.

¿Qué hizo Momofuku Ando para merecer tales honores? El Sr. Ando, fallecido ayer a la edad de 96 años, inventó la sopa ramen, mejor conocida en México como Maru Chan, alimento indispensable al que sólo se le agrega agua caliente y listo, ya se puede comer. Los verdaderos gourmets le añaden siempre unas gotas de limón, salsa botanera e incluso jugo maggi, pero en verdaderos tiempos de escasez, cuando el limón es un lujo, la Maru Chan es la salvación.

Durante el 2006, el promedio diario de sopas ramen consumidas fue de 100 millones, y la compañía del Sr. Ando, Nissin, es el líder global de esta industria que el literalmente sacó de la nada en 1956 al hacer experimentos en su cocina.

Hoy, conmemorando su muerte, levantemos un oloroso y humeante vaso de sopa maru chan (con su tapita de papel que siempre estorbaba) y bebamos al recuerdo de Momofuku Ando, quien junto con los inventores de la caguama y de los cigarros delicados guarda un lugar especial como patrono de los estudiantes foráneos.

Perry: De camarón sin chile piquín.